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Este es el blog de la especialidad en Diseño de Experiencias de Aprendizaje.

domingo, 6 de junio de 2010

Homo Ludens

LECTURAS
HOMO LUDENS
JOHAN HUIZINGA
MORFOLOGIAWAINHAUS
1, 2 DG FADU UBA
La selección de fragmentos de Homo Ludens tiene
por fin, al mencionar ciertas características
inherentes al juego y a su mecánica, proporcionar
datos que puedan llegar a ampliar el universo de
posibilidades de un alumno a la hora de plantear
el proyecto lúdico, incrementando así su grado de
originalidad o interés. Difícilmente un breve
fragmento citado resuma acabadamente el
complejo carácter del libro de Huizinga,
pero es posible que esta selección pueda servir
igualmente como apoyatura de algunos de los
conceptos desarrollados durante el año (estructura,
composición, lenguaje y sistema) o de los
incorporados particularmente en la instancia de
desarrollo del juego (materialidad y tridimensión).
De todos modos, las propuestas deberán
circunscribirse a las consignas especificadas
en la ficha correspondiente al trabajo práctico.
Con el deseo de que las palabras, ideas
o conceptos presentados aquí sean inspiradores
para el alumno, MT.
El juego se aparta de la vida corriente por su
lugar y por su duración. Su “estar encerrado en sí
mismo” y su limitación constituyen la tercera
característica. Se juega dentro de determinados
límites de tiempo y espacio. Agota su curso y su
sentido dentro de sí mismo.
[...] Mientras se juega hay movimiento, un ir y
venir, un cambio, una seriación, enlace y desenlace.
[...] Esta posibilidad de repetición constituye
una de sus propiedades esenciales. No sólo reza
para todo el juego, sino también para su estructura
interna. En casi todas las formas altamente desarrolladas
de juego, los elementos de repetición, el estribillo,
el cambio en la serie, constituyen algo así
como la cadena y sus eslabones diversos.
Pero todavía es mas clara la limitación especial
del juego. Todo juego se desenvuelve dentro de su
campo, que, material o tan solo idealmente, de
modo expreso o táctico, está marcado de antemano.
[...] Son mundos temporarios dentro del
mundo habitual, que sirven para la ejecución de
una acción que se consuma en sí misma.
[...] Dentro del campo de juego existe un orden
propio y absoluto. He aquí otro rasgo positivo del
juego: crea orden, es orden. Lleva al mundo imperfecto
y a la vida confusa una perfección provisional
y limitada. El juego exige un orden absoluto. La
desvariación mas pequeña estropea todo el juego, le
hace perder su carácter y lo anula. Esta conexión
íntima con el aspecto de orden es, acaso, el motivo
de por qué el juego, como ya hicimos notar, parece
radicar en gran parte dentro del campo estético.
Son palabras con las que también tratamos de
designar los efectos de la belleza: tensión, equilibrio,
oscilación, contraste, variación, traba y liberación,
desenlace. El juego oprime y libera, el juego
arrebata, electriza, hechiza. Está lleno de las dos
HOMO LUDENS
JOHAN HUIZINGA
MORFOLOGÍAWAINHAUS LECTURAS
MORFOLOGIAWAINHAUS LECTURAS HUIZINGA 3
ligereza del juego. [...] Otra cosa ocurre cuando la
porfía exige destreza, habilidad, conocimientos,
valor y fuerza. Cuanto más dificultoso es el juego,
mayor es la tensión de los espectadores.
[...] La seriedad con que se verifica una competición
en modo alguno significa la negación de su
carácter lúdico.
[...] Lo mismo que cualquier otro juego, la
competición aparece hasta cierto grado, sin finalidad
alguna. Esto quiere decir que se desenvuelve
dentro de sí misma y su desenlace no participa en
el necesario proceso vital del grupo. Esto se expresa
muy claro en el refrán alemán: No importan las
canicas, lo que importa es el juego. En otras palabras,
que la meta de la acción se halla, en primer
lugar, en su propio decurso, sin relación directa
con lo que venga después. Como realidad objetiva,
el desenlace del juego es, por sí, insignificante e
indiferente.
[...]“Algo está en juego”: esta frase expresa de la
manera mas rotunda la esencia del juego. Este
“algo” no es, sin embargo, el resultado material del
juego, por ejemplo, que la pelota se quede en el
agujero, sino el hecho ideal de que el juego sale
bien, resulta. Este salir bien proporciona al jugador
una satisfacción que puede mantener más o menos
tiempo. [...] En el juego solitario el que salga bien
no significa ganar todavía. Este concepto se presenta
cuando se juega contra otro.
[...] Osadía, visos inciertos de ganancia, inseguridad
del resultado y tensión constituyen la esencia
de la actitud lúdica. La tensión determina la
conciencia de la importancia y valor del juego,
cuando crece, hace que el jugador olvide que está
jugando.
[Fragmentos de Homo Ludens, Johan Huizinga,
editorial Buenos Aires, Emecé, 1968.]
[SUPERVISÓ MARTÍN TISERA, 2006]
cualidades más nobles que el hombre puede encontrar
en las cosas y expresarlas: ritmo y armonía.
Entre las calificaciones que suelen aplicarse al
juego mencionamos la tensión. Este elemento
desempeña un papel especialmente importante.
Tensión quiere decir: incertidumbre, azar. Es un
tender hacia la resolución. Con un determinado
esfuerzo, algo tiene que salir bien. [...] Estas cualidades
de orden y de tensión nos llevan a la consideración
de las reglas del juego. Cada juego tiene
sus reglas propias. Determinan lo que ha de valer
dentro del mundo provisional que ha destacado.
Las reglas del juego, de cada juego, son obligatorias
y no permiten duda alguna. [... ] En cuanto se traspasan
las reglas se deshace el mundo del juego.
[...] El juego es una acción u ocupación libre,
que se desarrolla dentro de unos límites temporales
y espaciales determinados, según reglas absolutamente
obligatorias, aunque libremente aceptadas,
acción que tiene su fin en sí misma y va acompañada
de un sentimiento de tensión y alegría y de la
conciencia de “ser de otro modo” que en la vida
corriente.
[...] La palabra jugar sirve también para significar
una limitada libertad de movimientos.
[...] El juego en común tiene entre sus rasgos
más esenciales el de ofrecer un carácter antitético.
La mayoría de ellos se juega entre dos bandos. Pero
esto no es forzoso. Una danza, un desfile, una exhibición,
pueden tener lugar sin este carácter antitético.
Antitético no quiere decir todavía competidor o
agonal. Un canto alternado, las dos voces de un
coro, un minueto, las diversas partes de un conjunto
musical, son ejemplos del juego antitético que
no ha de tener, necesariamente, carácter agonal,
aunque el elemento de porfía actúa muy a menudo.
[...] Entre las características generales del juego
designamos nosotros la tensión y la incertidumbre.
Constantemente se plantea la pregunta ¿saldrá o no
saldrá? Ya cuando una persona se entretiene con
solitarios, rompecabezas, palabras cruzadas, o cuando
juega al diábolo, se realiza esta condición. Pero
en el juego antitético de tipo agonal este elemento
de tensión, de incertidumbre por el resultado,
alcanza su grado máximo. Nos apasiona tanto el
salir gananciosos que ello amenaza con disipar la

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