UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL
SUBUNIDAD 111
DOLORES HIDALGO GUANAJUATO. SEDE SAN LUIS DE LA PAZ
ESPECIALIDAD EN DISEÑO DE EXPERINCIAS DE APRENDIZAJE
MATERIA: CREATIVIDAD
PROGRAMA DE EDUCACIÓN PREESCOLAR 2004
PAULO FREIRE, CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR
Y LA CREATIVIDAD.
PROFESOR: ALBERTO GUTIERREZ LOBATO
ALUMNO: ALMA EDITH CRUZ MUÑOZ
A 07 DE JUNIO DEL 2010, SAN LUIS DE LA PAZ, GUANAJUATO
PROGRAMA DE EDUCACIÓN PREESCOLAR 2004 Y LA CREATIVIDAD
Las aspiraciones de toda escuela deben ser lograr el pleno potencial de sus alumnos lo mismo físicos que mental, con el fin de asegurar que se emplea para el bien de la comunidad y proporcionar una preparación adecuada para el vivir cotidiano en el mundo del trabajo y del ocio.
El programa de educación preescolar 2004 (PEP´04), requiere que:
La educadora ponga en práctica estrategias innovadoras, para atender a las preguntas de sus alumnos y lograr su participación en la búsqueda de respuestas; para despertar su interés por resolver problemas referentes al mundo social y natural, o para aprender reflexivamente reglas de la convivencia social y escolar.
El PEP´04, establece como aprendizajes fundamentales la percepción de su propia persona, las pautas de la relación con los demás, y el desarrollo de sus capacidades para conocer el mundo, pensar y aprender permanentemente, tales como la curiosidad, la atención, la observación, la formulación de preguntas y explicaciones, la memoria, el procesamiento d información, la imaginación y la creatividad.
La educación preescolar puede representar una oportunidad única para desarrollar las capacidades del pensamiento que constituyen la base del aprendizaje permanente y de la acción creativa y eficaz en diversas situaciones.
Según el PEP´04, en el preescolar lo que los niños pueden llegar a aprender depende de las experiencias educativas interesantes que representen retos a sus concepciones y a sus capacidades de acción en situaciones diversas, es decir depende de la educadora la forma en que se viva el proceso de enseñanza y de aprendizaje, si la maestra logra diseñar actividades creativas, novedosas que tengan un objetivo claro (competencia), entonces se lograra la motivación y el interés por seguir aprendiendo.
La educadora, necesita conocer bien al grupo, el contexto escolar y saber cómo guiar las exigencias de la comunidad y de padres de familia, la convivencia con otras educadoras, etc., es decir, conocer lo que pudiera ser un obstáculo para que se viva la creatividad, para que no se límite a lo que los padres de familia exigen, a los contenidos, o al qué dirán si realizo esta actividad de esta u otra forma. Es necesario sacar todo el potencial creativo en el momento de diseñar las actividades, pero sobretodo hay que llevarlo a la práctica, así mismo el programa preescolar 2004, pide en sus lineamientos, una práctica innovadora, creativa y retadora.
En los propósitos fundamentales que marca el programa y que se ve más directamente el trabajo de la creatividad con los niños es en los siguientes, que los niños:
· Desarrollen la capacidad para resolver problemas de manera creativa mediante situaciones de juego que impliquen la reflexión, la explicación y la búsqueda de soluciones a través de estrategias o procedimientos propios, y su comparación con los utilizados por otros.
· Desarrollen la sensibilidad, la iniciativa, la imaginación y la creatividad para expresarse a través de los lenguajes artísticos (música, literatura, plástica, danza, teatro) y para apreciar manifestaciones artísticas y culturales de su entorno y de otros contextos.
· Conozcan mejor su cuerpo, actúen y se comuniquen mediante la expresión corporal, y mejoren sus habilidades de coordinación, control, manipulación y desplazamiento en actividades de juego libre y de ejercicio físico.
El programa de educación preescolar 2004, además solicita que el ambiente de trabajo dentro del aula:
1. La confianza en la maestra del grupo. Un clima afectivo requiere que las niñas y los niños perciban que su maestra es paciente, tolerante, que los escucha, los apoya, los anima y los estimula.
2. Considerar las reglas de relación entre compañeros y compañeras.
3. La organización de los espacios, la ubicación y disposición de los materiales.
Por consiguiente, se plantea que en el nivel preescolar, bajo los lineamientos de planes y programas, es indispensable que la educadora se guíe de forma creativa, desde el diseño de sus planes de trabajo y sus secuencias didácticas, así como también en la creación de un amiente favorable para que se logre los aprendizajes basados en competencias, sin olvidar que los estudiantes son personas activas que reflexionan, sienten, piensan, observan, imaginan, poseen intereses, curiosidad y poseen gran capacidad de crear y recrear en situaciones propicias.
De la capacidad y buena actitud del docente para formar un aula creativa, dependen en gran medida los logros que los estudiantes se formen en todos los campos formativos por ejemplo en pensamiento matemático en la formulación de problemas y búsqueda de soluciones. Cuando un niño es impotente para encontrar una explicación racional, llama en su auxilio a la imaginación.
El PEP´04, requiere de la explotación de la imaginación, como medio para que los niños exploren las relaciones sociales y para que comuniquen y compartan las emociones. Cuando un niño es impotente para encontrar una explicación racional, llama en su auxilio a la imaginación.
Para culminar con este análisis puedo mencionar que para estimular el esfuerzode los niños, la educadora tiene que llegar a ser personalidad de realización plena.
Es importante que en la clase y en el preescolar se dé el clima adecuado, para enseñar al niño a pensar en forma creadora consiste en más que en preparar la situación adecuada para el pensamiento, significa identificar las aptitudes específicas comprendidas en la creación y querer enseñarles deliberadamente, y fomentar la diversidad.
PAULO FREIRE “CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR”
Siglo XXI Editores.
Décima edición en español.
“Cartas a quien pretende enseñar”
Paulo Freire fue hijo de una familia de clase media de Recife, Brasil, nació el 19 de septiembre de 1921. Uno de los primeros, a nivel mundial, de una nueva forma de concebir la educación, en la que los hombres y las mujeres son desafíos a asumir conscientemente su capacidad de sujetos creadores.
Al leer los textos de Freire, lejos de ser una receta es ante todo una incitación a reflexionar en torno a la labor educativa cotidiana con el fin de transformarla.
Freire concibe la educación como “un acto político y un acto de conocimiento que se inscribe en un contexto social determinado” (Freire 1985).
En una de sus cartas Freire expone el significado crítico de enseñar y el significado crítico de enseñar y el significado crítico de aprender.
Menciona que enseñar no existe sin el aprender, y además el que enseña también aprende, el educador al enseñar se ayuda a describir dudas, aciertos y errores.
Una de las tareas más importantes que l educador necesita realizar en su práctica y que Freire resalta, es el enseñar pero reconstruyendo los caminos de la curiosidad.
La curiosidad como principal elemento para la creatividad, permite que el estudiante mantenga el interés por continuar su camino hacia el saber, que busque, pregunte, reconstruya y recree el conocimiento.
El educador según Freire, “consciente, sensible, emocionado, se abre a las adivinaciones de los alumnos a su ingenuidad y a su criticidad, el educador que actúe así tiene un momento rico de su aprender en el acto de enseñar”
¿De los niños se puede aprender? Es verdad que se aprende durante el acto de enseñar y no solo se aprende sobre cómo se desarrollan los estudiantes, sino también se recuerda a ser niño nuevamente, a pensar creativamente a imaginar y reír con espontaneidad, hay adultos que han perdido la ilusión de vivir y de ver la vida diariamente como algo nuevo e interesante, otros al voltear a ver las estrellas no le encuentran novedad alguna, primeramente porque piensan conocerlas y además por que han perdido la curiosidad, la imaginación que tenía de niños.
Esta situación y otras más que disfrutábamos de niños ya no son sorpresa para los adultos, pero además hay otras que aun siendo de disfrute para el adulto, no se cuenta con la capacidad de sorprenderse y de preguntar, imaginar, crear y disfrutar.
Freire dice que “el hecho de que el enseñar enseña al educador a enseñar un cierto contenido, no significa que el educador se aventure a enseñar sin la competencia necesaria para hacerlo”
¿Cuántos de nosotros los educadores poseemos las competencias para enseñar bien desarrolladas?
Es verdad que el educador necesita una constante preparación, pero recae el compromiso y ética profesional, pues hay que prepararse para mejorar las competencias para enseñar y aplicarlo con los alumnos en las escuelas, a partir del análisis crítico de la práctica docente.
Según Freire estudiar “es alcanzar la comprensión más exacta del objeto, es percibir sus relaciones con los otros objetos, el estudioso, sujeto del estudio, se arriesgue, se aventure, sin lo cual no crea, ni recrea”.
Estoy de acuerdo con Freire en que educar no es un proceso y en que los conocimientos no se pueden construir pues ya están construidos, más bien se guía, se acompaña al estudiante en su recorrido hacia el saber y los conocimientos se recrean.
¿Pero que le ha pasado al ser humano adulto (educador)?
El alejamiento del ser transforma al educador en mero instructor que controla, supervisa, cosifica una tarea que no puede ser prescrita ni sujetada a fórmulas racionales pues el auténtico educador deja aprender, deja pensar, deja ser, crear y vivir.
Los estudiantes son únicos y singulares, características que deben ser respetadas porque “educar de modo especial a los estudiantes es tarea que corresponde” (Jacqueline Zapata 2003)
Por otro lado Freire dice que “el estudio crítico corresponde una enseñanza igualmente crítica que necesariamente requiere una forma crítica de comprender y de realizar la lectura de la palabra y la lectura del mundo, la lectura del texto y la lectura del contexto”
La lectura crítica de la palabra, abre un sinfín de reflexiones, cuestionamientos y discursos, ¿Pero qué tanto se logra la reflexión de lo leído? ¿Qué tanto se reproduce el texto leído?
Considero que el lector frente al texto, es quien abre la opinión de leer, es quién con su interpretación, si así se lo permite, hace que aquel texto sea, cada vez, otro, es decir, la interpretación del lector en relación con la lectura puede recrear y crear en su práctica a diferencia de repetir o reproducir fielmente el texto.
En la práctica docente la repetición oral o mental de textos, evita el saber consciente del docente, por ello difícilmente se logra innovar en el diseño de situaciones didácticas, por ende, se dificulta, evita, se cuarta, el ser mismo del estudiante en las actividades.
Para facilitar la lectura, mejorarla y realmente comprenderla Freire sugiere el uso de diccionarios etimológicos, filosóficos, de sinónimos, antónimos, etc., así entonces se amplía el nivel de lectura y por consecuente la habilidad de escribir o expresarse mediante palabras, formando un repertorio más amplio, así como también se amplía la capacidad del lector.
La forma de leer que propone Freire permite entonces la libertad de preguntar, dinamiza el recorrido del lector por el texto, el ir y venir por las ideas e impulsa al lector por continuar leyendo y encamina hacia la transformación textual, es decir, leer lo que dice, lo que se dice del texto y pensar en lo que se queda sin decir, eso es participar en el texto, mediante la decisión, la discusión con el autor y la toma de posición ante lo pensado y reflexionado.
En otras de las cartas de Freire nos habla del miedo de no comprender un texto, y al analizar si mi capacidad de respuesta está a la altura del desafío, que es el texto que debe ser comprendido o si mi capacidad de respuesta es menor o es mayor, se puede ir planteando la comparación que el autor nos refiere, dicha comparación entre las posibilidades para enfrentar mi miedo, es decir, apoyarme en otros textos, en los diccionarios, etc., el punto es no permitir que el miedo nos evite la fortuna de seguir leyendo o interpretar el texto.
Según Freire “Estudiar es un quehacer exigente en cuyo proceso se da una sucesión de dolor y placer, de sensación de victoria, de derrota, de dudas y alegría. Pero por lo mismo estudiar implica la formación de una disciplina rigurosa que forjamos en nosotros mismos, en nuestro cuerpo consciente”.
Sí, estudiar duele, y no solo físicamente sino además, duele el reconocer la poca iniciativa para continuar con la formación, duele el desprendimiento de ideas tradicionalistas, duele el reconocer que las prácticas que se hacían no son creativas y necesitamos de grandes esfuerzos para poder recrear nuestra labor educativa.
Rescatando a Freire con respecto al lector como “recreador” del texto que lee “nos lleva a la necesidad de la lectura como experiencia dialógica, en la que la discusión del texto realizada por sujetos lectores aclara, ilumina y crea la comprensión grupal de lo leído. En el fondo, la lectura en grupo hace emerger diferentes puntos de vista que, exponiéndose los unos a los otros, enriquecen la producción de la inteligencia del texto”.
Por otra parte Freire nos habla en otra de sus cartas sobre las cualidades indispensables para el mejor desempeño, una de ellas es la humildad, nadie sabe todo, nadie lo ignora todo. Todos sabemos algo, todos ignoramos algo. Sin humildad, difícilmente escucharemos a alguien al que consideramos demasiado alejado de nuestro nivel de competencia.
Otra cualidad es la amorosidad y no sólo para los alumnos sino para el propio proceso de enseñar lo que exigen que además yo invente en mí, en mi experiencia social, otra cualidad: la valentía de luchar al lado de la valentía de amar.
Otra virtud es la tolerancia. Sin ella es imposible realizar un trabajo pedagógico serio, sin ella es inviable una experiencia democrática autentica: sin ella, la práctica educativa progresista se desdice. La tolerancia, sin embargo, no es una posición irresponsable de quien juega el juego del “hagamos de cuenta”.
La toma de decisión la seguridad, la ética, la justicia, la tensión entre la paciencia y la impaciencia, la parsimonia verbal, como contribuyo a crear la escuela alegre, a forjar la escuela feliz, son cualidades que como educador y que dentro de mis competencias debo de fortalecer, el camino como educador no es fácil y compromete.
Otra de las cartas de Freire resalta la importancia de las buenas relaciones entre la educadora y los educandos, donde logro rescatar lo siguiente:
Nuestras relaciones con los educandos, a la vez que nos exigen respeto hacia ellos, nos imponen igualmente el conocimiento de las condiciones concretas de su contexto, que lo condiciona. Tratar de conocer la realidad en la que viven nuestros alumnos es un deber que la práctica educativa nos impone: sin esto, no tenemos acceso a su modo de pensar y difícilmente podremos, entonces, percibir lo que saben y cómo lo saben.
Al tener más conocimiento de los estudiantes mediante su contexto, permitirá diseñar mejor las situaciones didáctica que se pretendan vivir en la escuela, así mismo si estas son creativas e innovadoras, entonces, las actitudes autoritarias quedaran a un lado, pues las mismas actividades permitirán el fluir de energía creadora y el libre pensamiento durante los momentos de enseñanza y de aprendizaje.
Para finalizar con los aportes Paulo Freire, solo me gustaría a manera de conclusión resaltar, la importancia que tiene la labor educativa y que de esta deviene el desarrollo no solo de estudiantes, sino de una sociedad completa, y que en ella es necesario del despertar de los educadores en relación de su propia práctica educativa, primeramente tener postura en su formación y en la puesta en práctica de está, es necesario reconocer la gran trascendencia de la acción del docente, pues al ser quien guía esta tarea de educar, es quien pinta la ruta hacia el saber, marca la forma de desarrollo del ser.
Para la creación de un ambiente adecuado para vivir el proceso de aprendizaje, se necesita hacer uso de todos los recursos, pero principalmente, hacer uso de la imaginación, la voluntad, la humildad, la creatividad y fuerza para encaminar esta tarea digna del ser humano, que es el educar, que es un permanente aprender a vivir, tarea de toda la vida, y es a la vez movimiento libre de aprender, de pensar, de sentir, de vivir y el de crear.
martes, 8 de junio de 2010
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