IVETTE DEL S. MUÑOZ CARDENAS.
BREVE RESUMEN
CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR. PAULO FREIRE
Objetivos:Reconocer problemas cotidianos de la maestraDiferenciar la relación entre la teoría y la prácticaAprender nuevos conceptos de lo que se necesita para llegar a ser buen maestro
Fueron varios los factores los que Freire utilizó como inspiración. Uno de ellos fue la etiqueta impuesta a las maestras en diferentes lugares como América Latina; se les nombraba tías. Esto para Freire era entre otras muchas cosas una desvalorización al trabajo profesional que realizaban las maestras.El libro está compuesto por diez cartas en las que Freire con un lenguaje coloquial, simple y fácil, pretende establecer un diálogo con el maestro (el lector), no hablar del maestro, sino como bien lo dice hablar con él.Así es como en la primera carta el autor nos sumerge en lo que enseñar, aprender, estudiar, comprender, escribir y leer conlleva. Cómo es que se pretende desasociar el aprender del enseñar, el estudiar del comprender, el escribir del leer, entre otras relaciones, Paulo Freire nos ilustra el porqué de estas pretensiones y la justificación de la relación innegable entre cada uno de los componentes.
En la segunda carta el autor nos describe un sentimiento natural del ser humano pero vivido en el papel de docente. Con un tacto perceptible pretende que aprendamos a manejar ese miedo y usarlo a favor.Tercera carta. En este capítulo toma relevancia la crisis que existe en la educación, y no solamente pedagógicamente sino desde la política hasta la ética. Otro aspecto que aquí aparece es la imagen del maestro, es decir, todo lo que está presente como figura básica en la educación y que muchas veces pasa de ser figura básica a sólo un componente más.
Cuarta CartaCualidades indispensables para el mejor desempeño de las maestras y maestros ProgresistasLa Humildad La Amorosidad La Valentía La Tolerancia La capacidad para decidir La seguridadLa tensión entre la paciencia y la impaciencia La Parsimonia verbalComo contribuyo a crear la escuela feliz Quinta CartaPrimer día de ClaseEl educador estará sometido a miedo. La mejor opción ante esto es manifestar el miedo y no esconderlo.Hacer una “lectura” de clase de los alumnos, es decir, poner atención a todos los detalles de cada uno de los educandos.Manifestar a los educandos que el rol del educador no es solo entregar conocimientos, sino también adquirir conocimiento critico del contexto sociocultural que vive cada uno de ellos.No hay que negarse a sentir cariño, ya que muchos de los educandos van a estar faltos de este.Motivados por la forma en que son tratadas las clases populares surge la necesidad de cambiar las cosas a través de una lucha política.La maestra y el maestro deben dejar volar su imaginación en forma disciplinada, para así inculcar la importancia de la imaginación en la vida.La sociabilidad de la imaginación, del miedo, de todos los sentimientos, nos lleva a la necesidad de una “lectura” del cuerpo de los educandos. Mi presencia en el mundo, con el mundo y con los otros, implica mi conocimiento entero de mi mismo
Sexta CartaDe las relaciones entre la educadora y los educandos.Con esto podemos darnos cuenta que:Sin intervención democrática no hay educación progresista. También es importante conocer el contexto que viven nuestros alumnos, es un deber que nos exige la practica. Relaciones entre la educadora y los educandos. Estas incluyen la cuestión de enseñanza, el aprendizaje, del proceso de conocer-enseñara aprender, de la autoridad, de la libertad, de la lectura, de la escritura, de las virtudes de la educadora, de la identidad cultural de los educandos y del debido respeto hacia ella. Todas estas cuestiones están incluidas en las relaciones entre la educadora y los educandos la fuerza y la importancia del testimonio de la educadora como factor de formación para los educandos.
De la radicalidad con que actúa, con que decide, más el testimonio queda sin dificultad de que puede y debe rever la posición que asumió, frente a los nuevos elementos que la hicieron cambiar. Y tanto mas eficaz será su testimonio cuanto más lúcida y objetivamente ella deje claro a sus educandos:
1] que cambiar de posición es legitimo
2] las razones que la hicieron cambiar.
No estoy pensando que los educadores y las educadoras deben ser perfectos o santos.
Es justamente como seres humanos, con sus valores y sus fallas, como deben dar testimonio de su lucha por la seriedad, por la libertad, por la creación de la disciplina de estudio indispensable de cuyo proceso deben formar parte como auxiliares, puesto que es tarea de los educandos el generarlos en sí mismos.
Séptima carta: De hablando al educando a hablarle a él y con él; de oír al educando a ser oído por él.
“de hablarle al educando a hablarle a él y con él”. Podríamos organizar este primer cuerpo de la siguiente manera sin perjudicar su sentido: “Del momento en que le hablamos al educando al momento en que hablamos con él”; o: “de la necesidad de hablarle al educando a la necesidad de hablar con él”; o aun: “es importante que vivamos la experiencia equilibrada y armoniosa entre hablarle al educando y hablar con él”. Esto quiere decir que hay momentos en los que la maestra, como autoridad, le habla al educando, dice lo que debe ser hecho, establece límites sin los cuales la propia libertad del educando se pierde en la permisividad, pero estos momentos se alternan, según la opción política de la educadora, con otros en los que la educadora habla con el educando.
Octava carta: Identidad cultural y educación.
Preguntarnos sobre las relaciones entre la identidad cultural –que siempre tiene un elemento de clase social –de los sujetos de la educación y la práctica educativa, es algo que se nos impone. Es que la identidad de los sujetos tiene que ver con las cuestiones fundamentales del plan de estudios, tanto el oculto como el explícito, y obviamente con cuestiones de enseñanza y de aprendizaje.
Sin embargo, me parece que analizar la cuestión de la identidad de los sujetos de la educación, educadores y educandos, implica recalcar, desde el comienzo de tal ejercicio que la identidad cultural, expresión cada vez mas usada por nosotros, no puede pretender agotar la totalidad del significado del fenómeno cuyo concepto es la identidad. El atributo cultural acrecentado por el restrictivo de clase no agota la comprensión del termino “identidad”. En el fondo, mujeres y hombres nos hacemos seres especiales y singulares.
Novena carta: Contexto concreto-contexto teórico. Se hace imperioso que la educadora sea coherente con su opción, que es política. Y a continuación, que la educadora sea cada vez más competente desde el punto de vista científico, lo que la hace saber lo importante que es conocer el mundo concreto en que viven sus alumnos.
La cultura en que se encuentra en acción su lenguaje, su sintaxis, su semántica, su prosodia, en la que se vienen formando ciertos hábitos, ciertos gustos, ciertas creencias, ciertos miedos, ciertos deseos no necesariamente fáciles de aceptar por el mundo concreto de la maestra.
El trabajo formativo, docente, es inviable en un contexto que se piense teórico pero que al mismo tiempo haga cuestión de permanecer lejos de, e indiferente a, el contexto concreto del mundo inmediato de la acción y de la sensibilidad de los educandos.
Creer posible la realización de un trabajo en el que el contexto teórico se separa de tal modo de la experiencia de los educandos en su contexto concreto sólo es concebible para quien juzga que la enseñanza de los contenidos se hace indiferentemente de lo que los educandos ya saben a partir de sus experiencias anteriores a la escuela. Y no para quien rechaza con razón esa dicotomía insustentable entre contexto concreto y contexto teórico. La enseñanza de los contenidos no puede ser hecha de manera vanguardista como si fueran cosas, saberes que se pueden sobreponer o yuxtaponer al cuerpo consciente de los educandos –a no ser en forma autoritaria. Enseñar, aprender y conocer no tienen nada que ver con esa practica mecanicista.
Las educadoras precisan saber lo que sucede en el mundo de los niños con los que trabajan. El universo de sus sueños, el lenguaje con que se defienden, con maña, de la agresividad de su mundo. Lo que saben y cómo lo saben fuera de la escuela.
Décima carta: Una vez más la cuestión de la disciplina. La necesidad de la disciplina intelectual que los educandos deben construir en sí mismos con la colaboración de la educadora. Disciplina sin la cual no se crea el trabajo intelectual, la lectura seria de los textos, la escritura ciudadana, la observación y el análisis de los hechos, el establecimiento de las relaciones entre ellos. Y que a todo esto no le falte el gusto por la aventura, por la osadía, pero que igualmente no le falte la noción de límites, para que la aventura y la osadía de crear no se conviertan en irresponsabilidad licenciosa.
Ultimas palabras: Saber y crecer-todo que ver.
El punto de partida de mi reflexión debe residir en la frase: “saber y crecer – todo que ver”, tomada como objeto de mi curiosidad epistemológica. Esto significa, en una primera instancia, tratar de aprehender la inteligencia de la frase, lo que a su vez exige la comprensión de las palabras que hay en ella, en las relaciones de unas con otras.
En primer lugar nos enfrentamos a dos bloques de pensamiento: saber y crecer y todo que ver. Los dos verbos del primer bloque que podríamos ser sustituidos por dos sustantivos, sabiduría y crecimiento; están unidos por la partícula coordinadora y. En el fondo estos dos bloques guardan en sí mismos la posibilidad de un desdoblamiento del que resultaría: el proceso de saber y el proceso de crecer tienen todo que ver el uno con el otro. O aun, el proceso de saber implica el de crecer. No es posible saber sin una cierta dosis de crecimiento. No es posible crecer sin una cierta dosis de sabiduría.
MI PRACTICA – LA CREATIVIDAD – CARTAS A QUIEN PRETENDE ENSEÑAR PAULO FREIRE
Debo comenzar comentando sinceramente que no tenía disposición para dar lectura al libro de Paulo Freire, cartas a quién pretende enseñar, pero al comenzarlo obligada por cumplir con una tarea la lectura me fue llevando y como coloquialmente decimos “me piqué” y ya no lo solté hasta terminarlo, esto me permitió comprender en primer lugar la importancia de la lectura y comprender lo que estamos leyendo y en el que se exponen una serie de conexiones entre los componentes de la educación, maneja un lenguaje coloquial muy simple que nos va llevando a entender cual fue su inspiración y una de ellas es defender a las maestras de etiquetas que se les habían impuesto en algunos lugares de América Latina y que para él estos eran menospreciar nuestra labor. Por este motivo me permití presentar un breve resumen de lo que me parece más importante destacar del libro y desarrollar la relación de éste con mi práctica y la creatividad.
Actualmente en la educación preescolar, como en cualquier otro nivel educativo, se observa una amplia variedad de prácticas educativas, hay muchos casos en los que las educadoras debemos poner en práctica estrategias innovadoras para atender las inquietudes de los alumnos, y lograr su participación en la búsqueda de respuestas, para despertar su interés, para resolver problemas referentes al mundo social y natural, o para aprender reflexivamente reglas de convivencia social y escolar.
La lectura y análisis del las cartas a quien pretende enseñar me hace reflexionar sobre ciertas actividades que se ponen en práctica y que muchas veces resultan independientes de los intereses de los niños o de los sucesos ocurridos en el contexto, porque seguimos dando mas tiempo de la corta jornada escolar a la ejecución rutinaria de prácticas como las de cortesía, orden o higiene, ejercitación motriz, pero todas estas sin intención educativa y el único sentido es mantener ocupado y en “orden” al grupo.
Con frecuencia más en nuestro nivel creo yo, mencionamos indiscriminadamente la palabra creatividad, sin pensar en todo lo que conlleva y a lo que nos compromete, centrar el trabajo en competencias -nos dice el programa de educación preescolar- implica que la educadora busque mediante el diseño de situaciones didácticas que impliquen desafíos para los niños y que avancen paulatinamente en sus niveles de logro (que piensen, que se expresen por distintos medios, propongan, distingan, expliquen, cuestionen, comparen, trabajen en colaboración, manifiesten actitudes favorables hacia el trabajo y la convivencia, etc.) para aprender mas de lo que saben acerca del mundo y para que sean personas cada vez mas seguras, autónomas creativas y participativas…
Y cómo lograr esto si yo como “profesional de la docencia” no logro aún desarrollar todas estas capacidades, es un reto muy grande frente a mí y aún más el compromiso que tengo en mis manos ya que mi trabajo no se realiza con cualquier material que se pueda reponer si se hecha a perder, mi trabajo es con seres humanos con los que no puedo permitirme equivocaciones.
Como menciona Freire “el proceso de saber implica el de crecer. No es posible saber sin una cierta dosis de crecimiento. No es posible crecer sin una cierta dosis de sabiduría”.
Esto me pone frente a un desafío profesional que debo enfrentar y actuar para superarlo, pues me obliga a mantener una actitud constante de observación e indagación frente a lo que experimenta en el aula cada uno de mis alumnos, reflexionar y valorar que vale la pena tomar en cuenta de lo que ellos manifiestan, como base para impulsarlos a aprender, y a avanzar y a profundizar en sus aprendizajes y experiencias teniendo como referentes las competencias, mediante la interacción entre pares, y con el docente.
Para esto debo desarrollar ante mi grupo actitudes mas sensibles que me permitan identificar los cambios e intercambios que surjan por iniciativa de las niñas y los niños e intervenir para alentar su desarrollo cognitivo.
De mí depende poner en juego las cualidades que menciona Freire en la Cuarta Carta, Cualidades indispensables para el mejor desempeño de las maestras y maestros:ProgresistasLa Humildad La Amorosidad La Valentía La Tolerancia La capacidad para decidir La seguridadLa tensión entre la paciencia y la impaciencia La Parsimonia verbalComo contribuyo a crear la escuela feliz
Para lograr todo lo antes mencionado debo tener en cuenta y nunca olvidar que en la educación preescolar una de las prácticas más útiles para la educadora consiste en orientar el impulso natural de los niños hacia el juego, para que éste sin perder su sentido placentero adquiera propósitos educativos, donde se respeten reglas, se impulse la disciplina intelectual que los educandos deben construir en sí mismos con la colaboración de la educadora.
En este sentido, el juego puede alcanzar niveles complejos tanto por la iniciativa de los niños, como por la orientación de la educadora. “Se oye bonito, pero es una tarea muy difícil”.
Ivette del Socorro Muñoz Cárdenas
San Luis de la Paz, Gto. A 8 de Junio de 2010.
miércoles, 9 de junio de 2010
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excelente me encanto este breve análisis
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